Una anécdota de quien fuera joven comunista en el Congreso de Refundación (15-17/12/2006)

En el marco del 87 aniversario del Partido Comunista de El Salvador que se celebrará  el 2 de abril, En el teatro de Cámara Roque Dalton, sólo viene a mi memoria el histórico congreso de refundación realizado del 15 al 17 de diciembre del 2006 en el municipio de Nejapa.
Meses antes del congreso, en el 2005, se corrió el rumor de la refundación del Partido Comunista de El Salvador. Los pasillos de la Universidad de El Salvador no eran la excepción, en ese momento era un estudiante vinculado a las luchas gremiales, dentro de una organización que se definía como marxista leninista, en aquel momento.
Junto a un grupo de compañeros fuimos invitados a formar parte del PCS, dándonos la calidad de “candidatos”; en ese momento, solo tenía 21 años  y ya sentía sobre mis hombros el reto histórico de agarrar la vida en serio y ser congruente con mi cosmovisión del mundo.
Una semana antes del Congreso de Refundación se nos comunicó el lugar, día y hora, donde se nos pasaría a traer, “el jueves a las cinco de la tarde en empunto pasaremos por la gasolinera puma que está enfrente de la salida de economía de la UES”, se nos dijo; eso formaba parte del informe de reunión de célula.
Lo anterior así sucedió. Caída la noche llegamos al lugar donde se desarrollaría el congreso, comencé a identificar algunos rostros ya conocidos y otros camaradas con los que ya habíamos tenido algún nivel de contacto en las luchas gremiales y sociales; en el lugar, se nos designó donde dormiríamos y el lugar para poder cenar, no falto alguien que llegara a saludar y a expresar su afecto con los jóvenes que recién ingresaban al lugar, las muestras de camaradería se hacían progresivamente más frecuentes en la medida que pasaba el tiempo. 
Al día siguiente, logré conocer la composición del congreso que procedió a instalarse como tal. Existía una leve diferencia numérica en cuanto a género se refiere; pero me sorprendió más algunas características etarias de los que integraban el congreso, había poca presencia de camaradas que rondaran entre los 40 y 60 años de edad. Pienso que eso fue el resultado de la inactividad del Partido por muchos años.  En su amplia mayoría eran jóvenes y un grupo de antiguos miembros del Partido que identificaban la necesidad histórica de la refundación. 
En ese grupo de compañeros históricos del PC logré conocer de forma directa a Blas Escamilla y al compañero “Chepito”, quienes ya fallecieron; este último,  fue sindicalista panificador que tuvo una importante participación en el congreso, sobre todo, en la reivindicación de la figura del Comandante Marcial, descalificando las posturas de aquellos que se han encargado de desprestigiar su nombre. En general, este grupo de camaradas históricos profundizaba el compromiso de aquellos asistentes. Respecto a ese y otros puntos, identifiqué una forma peculiar en el abordaje, la objetividad se encontraba presente y aquellas posturas subjetivas casi eran inexistentes. 
Uno de los camaradas más notables era Juan Antonio o como le dicen cariñosamente “el viejo Juan”,  a quien se le otorgó el honor de integrar al Comité Central y éste a su vez lo designó miembro de la Comisión Política y Secretario General. En ese momento pensé: ese camarada es uno de los depositarios de la herencia histórica, que asume el reto de fortalecer el sujeto político de la revolución, ese camarada de complexión pequeña, con un ceño histórico, de apariencia modesta y casi vietnamita.   
A parte de la discusión profunda sobre el programa del PCS, el congreso me permitió hacer algunas conclusiones y valoraciones personales que fueron redefiniéndose de manera colectiva en el seno del partido, a saber: 1) La decisión del noveno congreso (disolver el Partido) no correspondía en esencia a una interpretación histórica y dialéctica de la realidad salvadoreña; 2) atendió a un pragmatismo político coyuntural para eliminar las “diferencias políticas en las organizaciones que integraban el FMLN”; 3) la decisión del noveno congreso inobservó los más elementales principios revolucionarios y comunistas, negando la existencia de un Partido que responda a los intereses de clase y pueblo trabajador; 4) la organización revolucionaria de la clase y el pueblo trabajador no está sujeta a decretos; más bien, la existencia del Partido responde a una realidad histórica y a la interpretación de la misma.
La refundación se constituye sobre la necesidad histórica de  un partido que responda a los intereses de la clase trabajadora, en eso vamos avanzando, vamos bien y con todo.

EN EL CAPITALISMO NUNCA EXISTIRÁ UN SALARIO JUSTO


El salario debe de ser el valor de cambio dado al trabajador por la fuerza de trabajo socialmente necesaria empleada en la actividad que realiza. En el capitalismo, el valor generado con la fuerza de trabajo tiene dos destinos directos, uno es restituido en forma de salario al trabajador o trabajadora y el otro es acumulado por el burgués, a pesar de que no ha participado en el proceso de producción, mediante el concepto naturalizado de “ganancia”. Esta sustracción del valor generado por el trabajador por medio de la plusvalía se convierte en uno de los “robos” institucionalizados y legalizados en el capitalismo. 

Para la existencia de un salario justo se debe plantear la eliminación de la acumulación de la riqueza generada por el trabajo no remunerado y producido por el trabajador o trabajadora, la que es acumulada por el dueño de los medios de producción; lo anterior, significaría democratizar los medios de producción y no solamente la riqueza producida. 

El 2016 inició con la discusión del aumento al salario mínimo en el seno del Consejo Nacional del Salario Mínimo –CNSM-, de manera peculiar, en esta oportunidad dicho ente tripartito, abrió el espacio para que distintas organizaciones pudieran realizar propuestas de aumento al salario mínimo, recibiendo un total de 12, en donde la ANEP hacia la menor propuesta de un aumento de 11 centavos diarios; por su parte, sindicatos, federaciones y confederaciones llegaron a proponer un salario mínimo de hasta $ 550 mensuales. A simple vista se identifican posiciones diametralmente opuestas, lo que demostró los intereses de las clases principales existentes en el país; por un lado, la burguesía representada por la ANEP ante el CNSM buscaba mantener los niveles de ganancia, producto de la explotación de los trabajadores y trabajadoras, y las organizaciones sindicales que presentaron sus propuestas pretendían exigir el producto generado de su trabajo, para la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales. 

Las contradicciones antagónicas de las principales clases (trabajadora y burguesía) del país continuaron manifestándose en el seno del CNSM, eso llevó en un primer momento a aprobar un ajuste salarial bajo la venia de la burguesía y la complicidad de los “trabajadores” que integraban el ente tripartito, el aumento no fue aprobado por el gobiernos; posteriormente se realizaron elecciones del sector trabajador y empresarial representado en el CNSM, elecciones legitimas que rompen con la correlación de fuerzas en favor de la burguesía y permitieron realizar un ajuste diferente a las tablas del salario mínimo.



Sector
Salario mínimo a diciembre 2016
Salario mínimo con el aumento
Canasta básica ampliada urbana, promedio de enero a 16 de diciembre 2016


Diferencia respecto a la canasta básica ampliada
Comercio y servicios
$251.70

$300.00
$ 400.94
$ 100.94
Industria
$246.60
$300.00
$ 400.94
$ 100.94
Maquila textil y confección 
$210.90
$295.00
$ 400.94
$ 105.94
Industria agrícola
$171.00
$224.00
$ 285.68
$ 61.68


La Canasta Básica Ampliada[1], ha sido una de las formas utilizadas para tratar de determinar el costo de la vida en el país; no obstante, la composición de la canasta básica alimentaria en El Salvador sufre de falencias: 1) hace una distinción equivocada sobre el costo de la vida en la zona rural y urbana, utilizando criterios medievales en los procesos productivos y elementos que orbitan en los mismos; 2) La unidad de medida para determinar el valor de la canasta básica (valor determinado por calorías) es diferente a la unidad de medida con las que se adquieren los productos de la canasta básica en el mercado (valor determinado por libras o kilos); En ese sentido, cuando el trabajador o trabajadora comparan un producto determinado en el mercado no la adquiere a partir de la cantidad de calorías que poseen; más bien, lo adquieren a partir de una unidad de medida del peso, ya sea libras o kilos; 3) la canasta básica no están considerados todos los alimentos necesarios; además, no se incluyen y por ende no se cuantifican bienes o servicios para que una persona se desarrolle de forma plena. Si se retomaran los elementos considerados con antelación, el valor de la canasta básica se aumentaría de forma considerable y se aproximaría a objetivar de mejor manera el costo de la vida.

A pesar de lo anterior, si tomamos como parámetro el costo de la Canasta Básica Ampliada para determinar el costo de la vida, es evidente que el aumento al salario mínimo es insuficiente para satisfacer las necesidades materiales y espirituales de los trabajadores y trabajadoras (ver cuadro).

La burguesía salvadoreña y su principal gremial empresarial (ANEP) se han opuesto al aumento definido en el CNSM, lo que evidencia la voracidad de dicha clase social. En ese sentido, han iniciado acciones legales para revertir el aumento al salario y desintegrar la composición actual del CNSM en donde la burguesía no tiene correlación. 

¿Por qué la ANEP quiere revertir el aumento al salario mínimo? Resulta fácil determinar la voracidad y lo anacrónico de la burguesía salvadoreña, incluso desde los mismos planteamientos del liberalismo económico, ya que les resulta más fácil acumular capital a partir de la pobreza de la clase trabajadora. 

¿Por qué la ANEP quiere desintegrar la actual composición del CNSM? La burguesía pierde correlación en la actual composición del CNSM, lo que no les permite manipular dicha institución de forma directa o fácil. Muestra de ello, es que el decreto ejecutivo que determina el aumento tiene vigencia de un año, lo que obliga al consejo a realizar un ajuste, discusión o estudio al salario mínimo al finalizar dicho periodo. Cuando la burguesía tenía una correlación favorable en el seno de dicha entidad, los aumentos paupérrimos se realizaban de manera escalonada y cada 3 años ya que así lo exigía la normativa salvadoreña y no por la voluntad de la ANEP.

Por lo anterior, las tareas en esta coyuntura la clase trabajadora y las fuerzas progresistas deben orientarse a defender el aumento actual al salario mínimo y exigir que se hagan nuevos aumentos al mismo; y defender la actual composición del CNSM en donde la burguesía no tiene dominio directo.

 





[1] La Canasta Básica Ampliada es la suma de dos Canastas Básicas Alimentarias

PGT y PCS






El Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) y el Partido Comunista de El Salvador (PCS) con el motivo de inicio de un nuevo año de luchas de nuestros respectivos pueblos, frente a todas las formas de explotación y opresión capitalista.
Enviamos un revolucionario saludo a toda la militancia, colaboradores y simpatizantes, y los exhortamos a redoblar nuestros esfuerzos por la unidad de los comunistas y revolucionarios centroamericanos.
Los comunistas de Guatemala y El Salvador organizados en nuestros partidos, reiteramos la decisión de fortalecer relaciones políticas en el marco de la conmemoración del centenario de la primera revolución socialista triunfante en el mundo, la revolución bolchevique de 1917 en Rusia.
Ahuachapán, 15 de enero de 2017