LAS ELECCIONES DENTRO DE LA HEGEMONÍA CULTURAL BURGUESA




Las elecciones dentro de un modo de producción capitalista y bajo la imposición de la hegemonía cultural de la burguesía solo constituyen una forma de acceso al poder para la constitución de la dictadura de la burguesía. Lo anterior sucede de forma automática si no existe un bloque contra hegemónico que resista la imposición de una cultura, valores y principios ajenos a la clase trabajadora; de lo contrario, pensar en hacer transformaciones históricas en beneficio del pueblo trabajador mediante procesos electorales seria una ilusión.

La posibilidad de elegir libremente, en los procesos electorales, a las personas o plataformas políticas electorales en medio de la hegemonía cultural del capitalismo está vedada. La hegemonía de la clase dominante surge a partir de un “consenso” de cómo es el mundo y cómo debería de ser; no obstante, ese supuesto consenso es creado, guiado y orientado mediante la creación de conceptos, categorías, valores y principios, en un período histórico determinado, por medio del sistema educativo, religioso y los medios de comunicación.

¿Para que le sirve a la burguesía la creación de conceptos, categorías, valores y principios? El objetivo principal de la clase dominante es “educar” a los dominados de forma que vean al mundo como un fenómeno “natural” -“creación del consenso”- en donde la mayoría de personas no se cuestionen el Statu quo, lo asimile y lo acepte como normal.

No obstante, la hegemonía no se asume de forma mecánica por todas las personas, lo que abre la posibilidad de un movimiento contra hegemónico, que genere las contradicciones dentro de esa hegemonía que permita resistir y cambiar los conceptos, categorías, valores y principios de la burguesía.

Por otro lado, en los procesos electorales en El Salvador, en donde no se ha trascendido ni siquiera a una democracia participativa, resulta mas cínica la influencia de la burguesía mediante sus mecanismos hegemónicos y de dominación al intervenir en la conciencia de los “electores”.

En El Salvador los medios de comunicación están dominados por el poder económico. La distribución del espectro radio eléctrico es desigual, al cual solo pueden acceder el gran capital ya que el mecanismo de la distribución y asignación es la subasta pública (el mejor postor accede al espectro radioeléctrico). En materia educativa, las reformas que ha tenido el país, y en particular la desarrollada en la década de los 90, tuvo como principal propósito la eliminación de materias humanísticas en los planes de estudio y la mínima formación posible, con el objetivo de crear un ejercito de oferta laboral con mano de obra barata, que no exija sus derechos mediante la lucha organizada. En materia religiosa, de manera general se representa y difunde un esquema conservador de la realidad, en muchos de los casos promueven la inactividad humana frente a la actividad divinidad que permite y hace las cosas. No obstante, existen sectores religiosos que se manejan de forma progresista como las Iglesias de la Reforma (Luteranos, anglicanos, calvinistas), las Comunidades Eclesiales de Base vinculada a la Iglesia Católica y algunas iglesias definidas como Pentecostales.

En el marco anterior, resulta muy fácil para el poder económico incidir en los procesos electorales, sobre todo cuando no existe un bloque histórico organizado y orientado a romper con los esquemas de hegemonía y dominación impuestos por la clase dominante. Un partido revolucionario al participar en procesos electorales bajo la democracia burguesa se le presentan varios escenarios: 1) Participar y siempre ser minoría; 2) Adecuar su discurso en función de la hegemónica cultural; 3) Adaptarse a la democracia burguesa y desnaturalizar su concepción ideológica y su programa revolucionario.
¿podría un partido u organización revolucionaria participar en procesos electorales en el contexto actual en El Salvador?

Definitivamente si. No obstante, no debe de vaciar todos sus esfuerzos en la estrategia electoral y abandonar otras formas de lucha para la obtención del poder en beneficio de la clase trabajadora. El impulso de las diferentes vías de lucha para las organizaciones revolucionarias no será posible si no se crea y consolida el bloque contra hegemónico capaz de generar los cambios en la sociedad. Es aquí donde cobra relevancia la educación popular y la organización revolucionaria pues de lo contrario los procesos electorales con la participación de la izquierda solo legitimarán el sistema o llevarán a la izquierda parlamentaria a administrar los intereses de la burguesía. 

"Todos y todas a construir el bloque contra hegemónico" 

O/E